CEREBRO Y LENGUAJE
En Programación Neurolingüística hablamos de las investigaciones de Broca (área motriz del lenguaje) y Wernicke (sector cognitivo lingüístico).
Por lo que nos centramos en descubrir qué tipo de funciones y de conexiones del lenguaje se producen dentro del cerebro para que una persona pueda adquirir y desarrollar su capacidad de expresarse.
En primer término, con carácter prioritario, es significativo comprender que el cerebro es el órgano que controla y hace funcionar al resto del cuerpo. E, incluso, es el único órgano que se puede investigar a sí mismo.
Así, Paul Broca, neurólogo francés, analizó el caso de un paciente suyo llamado Leborgne (con una importante lesión cerebral en el lóbulo frontal del hemisferio izquierdo). Corría el año de 1861. Al propio tiempo, el neurólogo alemán, Carl Wernicke, describió en 1874 otro comportamiento lingüístico atípico (que consistía en una comprensión verbal muy limitada y una forma de hablar carente de sentido): las personas que lo padecían presentaban una lesión en el lóbulo temporal izquierdo (cerca del área auditiva).
Con estos parámetros, los citados investigadores propiciaron un tipo de estudios neurolingüísticos enfocados en determinar qué funciones del lenguaje se producen en el cerebro y en qué regiones se alojan.
Siguiendo esta línea de investigación, otros científicos (George A. Ojemann, 1991; y Marco A. Arenas, 1996), basados en los trabajos de Linda Verlee (1986, que siguiendo de cerca a Broca y Wernicke, elabora una teoría al estudiar los dos hemisferios cerebrales -derecho e izquierdo- y establece que cada hemisferio procesa la información de forma diferente cuando realiza un función determinada [izquierdo: lenguaje; derecho: tareas visuales y espaciales]), Ojemann y Arenas se centran en el interior de los hemisferios cerebrales para analizar cómo se producen las funciones del lenguaje (concluyendo que cada una de estas regiones del lenguaje funcionan en cadena [de ahí, las cadenas de ideas que surgen: la idea o pensamiento final es el que establece una conexión o da paso o conecta dendrita con cilindroeje para desarrollar otra idea o pensamiento consecuente: como una cadena de pasos en la que uno sigue al otro y el siguiente se basa en el anterior para avanzar], de forma que las funciones afectadas o trasladadas son recuperadas por la otra área cerebral).
El Mapa Lingüístico del Cerebro
Con las investigaciones de Ojemann y Arenas bajo el brazo, nos topamos con que el cerebro reptiliano construye su propio mapa lingüístico a raíz del sistema límbico, el cual, produce el secuestro emocional de la amígdala, mediante el enfado incontrolado del cual nos arrepentimos después:
(proceso: cerebro reptiliano=>sistema límbico=>amígdala).
¿Cómo se habilita dicho proceso cerebral en Neurolingüística?
La Neurolingüística es el estudio de las estructuras del cerebro que permiten procesar y comprender una lengua.
Como sabemos, el cerebro es un órgano con millones de células o neuronas interconectadas entre sí, que consta de dos hemisferios: el izquierdo y el derecho. El foco de habilidades lingüísticas reside en el hemisferio izquierdo (función lateralizada lógica), mientras que el derecho ejerce habilidades de la percepción tridimensional (función lateralizada emocional).
Ahora bien, ambos hemisferios se comunican entre sí por el cuerpo calloso, el cual consta de unas fibras nerviosas que traspasan la línea media, pasando información de un lado hacia el otro recíprocamente.
En su caso, el sistema límbico está formado por varias estructuras cerebrales que regulan, entre otras, la personalidad y la conducta. Anatómicamente, está formado por partes del tálamo, hipotálamo, hipocampo, amígdala cerebral, cuerpo calloso, septo y mesencéfalo.
Singularmente, el lóbulo límbico bordea por encima del cuerpo calloso. Por su parte, el hipocampo consiste en dos cuernos que describen una curva que va desde el área del hipotálamo hasta la amígdala.
Y el hipotálamo está relacionado con la transformación de lo que se encuentra en tu mente ahora (memoria a corto plazo) y lo que recordarás por un largo período de tiempo (memoria a largo plazo), lo que contribuye al aprendizaje.
Ahora bien, la amígdala cerebral es una masa con forma y tamaño de dos almendras que está situada en el extremo inferior del hipocampo. Estimulada eléctricamente, los animales responden con agresión y, cuando es extirpada, los mismos se vuelven dóciles (no vuelven a responder a estímulos que les habrían causado la rabia y se vuelven indiferentes a las que les habrían causado miedo o respuestas de tipo sexual).
Finalmente, el cerebro reptiliano controla el comportamiento y el pensamiento instintivo para sobrevivir. ¿Cómo lo hace? Controlando el equilibrio, los músculos y las funciones autonómicas (respiración, ritmo cardiaco). Por consiguiente, es principalmente reactivo a estímulos directos. Mientras que el sistema límbico regula las emociones, las relaciones sociales y la memoria. Ahora bien, el sistema límbico (emocional) necesita del neocórtex (toma de decisiones) para interactuar. El neocórtex es el responsable de la ejecución de las funciones del cerebro de carácter superior (percepción, cognición y control motriz).
Al cerebro reptiliano también se le conoce como cerebro trienio.
No obstante, las ideas tradicionales sobre la evolución secuencial del cerebro aparecieron, por ejemplo, en el modelo de cerebro trino del último neurocientífico y psiquiatra Paul D. MacLean, formulado en la década de 1960. El modelo de MacLean promovió la creencia de que el cerebro humano contiene un «complejo reptiliano» heredado de ancestros reptiles. A partir de la década de 1980, el campo de la neuroanatomía comparada experimentó un renacimiento. En el intermedio, los biólogos evolutivos habían aprendido mucho sobre la historia evolutiva de los vertebrados, y desarrollaron métodos efectivos para aplicar el concepto de Darwin del árbol de la vida para analizar e interpretar sus hallazgos. Ahora es evidente que una jerarquía lineal simple no puede explicar adecuadamente la evolución de los cerebros o la inteligencia (Paul Patton, 2008).
¿Cómo se forma el lenguaje en el cerebro?
Trayendo a colación lo visto hasta aquí, retener que la zona cerebral del habla se refiere al área de Broca y el área de Wernicke. Esto es mucho más evidente en el hemisferio izquierdo del cerebro. El hemisferio izquierdo se conecta con el hemisferio derecho a través del cuerpo calloso. El cuerpo calloso, a su vez, traspasa información entre ambos hemisferios. El cuerpo calloso se estructura con la amígdala cerebral. La amígdala cerebral es el centro de las emociones. El hipocampo se conecta con la amígdala cerebral, por un lado, y con el hipotálamo, de otro. El hipotálamo está relacionado con el aprendizaje.
Ahora bien, según se estimule o se inhiba la amígdala cerebral, el comportamiento es agresivo o dócil, respectivamente.
Finalmente, el sistema límbico, emocional, necesita del neocórtex (toma de decisiones mediante la percepción [motivación-emociones-, la cognición [-conocimiento-memoria-] y el control motriz [-habilidades-relaciones sociales-]) para interactuar.
Palmariamente, el enlace es la emoción que permite expresarnos de forma verbal y no verbal. Esto es, que podemos comunicarnos con lujo de detalles, en la medida de lo posible, también a través de la palabra oral o escrita, el mayor vehículo social con que contamos. El lenguaje, así, se convierte en una habilidad que podemos automatizar mediante el cerebro reptiliano. Según sea esta comunicación, puede memorizarse en el tiempo mediante las emociones que produce creando el conocimiento.
Sin embargo, en fin, no todos los pensamientos se manifiestan de forma verbal y no verbal. Por ende, siempre queda algo por decir después de una relación debido a que la mente es más rápida que el lenguaje, puesto que éste tiene que traducir lo que hay en la imaginación y su capacidad de procesamiento es menor. De ahí que una imagen valga más que mil palabras.
¡Desde el respeto hacia el respeto, un cordialísimo saludo para todos y para todas!
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Encontré buena información en este lugar, espero que puedas contestar, aprecio la información compartida.