LOS SIETE PASOS DE LA ESPIRITUALIDAD

26 06 2013

1. GENEROSIDAD

A partir de ahora, veremos una serie de afirmaciones positivas que al paso que las transitas logras evolucionar hacia tu propia creatividad, en aras de impulsar tu conocimiento hacia tu propio espíritu. Hoy comenzamos, pues, con la primera de ellas.

Como bien sabemos, la generosidad es un concepto que se refiere a la acción de dar o compartir por el propio interés del ser humano o la utilidad que puedan obtener otros con tu aportación. Todo ello, en cualquier caso, sin recibir ni esperar siquiera nada a cambio.

La persona generosa tiene sentido de prosperidad en su corazón, porque su sabiduría consiste en que en este Universo hay abundancia de amor. Se disfruta, pues, siendo generoso, ya que ves felices a los demás con un sencillo gesto de generosidad.

La persona generosa no tiene miedo de perder lo que tiene ni de no volver a conseguir lo que ya ha obtenido. Esto, esta acción cotidiana de la existencia de una persona generosa, hace que viva en abundancia sin siquiera proponérselo.

La persona generosa no tiene dificultad alguna en dar lo que está disponiendo en un momento dado. Hoy vamos, pues, con nuestras afirmaciones positivas, a fortalecer la capacidad de generosidad. Generosidad no es entrega (abnegación), sino compartir con otros seres humanos con amplitud y disposición. Vale la pena fortalecer esta actitud: ser generoso. Comencemos.

1.- Soy generoso

Soy una persona generosa. Creo firmemente en la abundancia. Sé que en este universo espiritual hay de sobra para todos. Parte de mi tarea en este universo es multiplicar y compartir todo aquello que me ha sido entregado.

Definitivamente, soy un ser humano generoso. Cada vez más noto en mi corazón alegría, compartiendo todo cuanto en mí, como ser humano, existe.

Creo en la generosidad del universo y estoy aquí para compartir con otros seres humanos este valor, esta experiencia, esta actitud y este disfrute por la vida espiritual.

2. ACEPTAR PARA CRECER

En la línea de las afirmaciones positivas que logran evolucionar hacia tu propia creatividad, se une a la generosidad el excelente humor, de cara a impulsar tu conocimiento hacia tu propio espíritu, de cara a crecer espiritualmente.

Un excelente humor consiste en el modo de resaltar el lado positivo de la vida: hoy tomo la decisión que en nuestra casa se va a escuchar el sonido de besos, de risas, de carcajadas. En esta casa, no va a haber gritos ni va a haber agresión. ¡Nunca en la vida! Aunque haya motivo, que jamás lo habrá, hoy comenzamos a cumplir con esto en nuestro corazón.

Tener un excelente humor no consiste en burlarte de los demás y de sus caídas ni mucho menos de sus torpezas o descuidos ni tampoco consiste en mantenerte de buen humor todo el tiempo, siempre sonriendo o aparentando una falsa felicidad. Un excelente humor te acompaña por siempre en tu corazón el resto de tus vidas.

Tener un excelente humor es una opción que se puede tomar: yo la tomo hoy en la vida, aunque no sea mi fortaleza en este instante. La idea es mirar qué hay de cómico en la vida, que no sea en detrimento de los demás. Un buen comienzo para tener un excelente sentido del humor es ser optimista y reírte de tu propia vida, de cómo aprendes de tu propia vida a medida que la transitas, de cómo te ríes en el futuro de las cosas que hoy parecen difíciles.

Escudriña en tu vida y halla en ella qué hay de gracioso, qué hay de hilarante, qué hay de entretenido, qué hay de aquello que te pueda sacar por un instante de tus preocupaciones diarias y tu estrés asfixiante. Para un momento, detén tu camino y mira hacia adelante para alcanzar ver algo que te causa risa o, por lo menos, ilusión que te traiga una sonrisa. Así que, vamos sencillamente, a hacer afirmaciones alrededor de nuestro buen humor, de nuestro excelente humor, a pesar de los pesares.

2.- Tengo un excelente humor.

Soy un ser humano con un excelente buen humor. Disfruto de cada cosa que sucede en mi vida. Procuro ver el lado cómico y positivo de las cosas. He decidido que en mi vida, la risa y la alegría tengan un lugar en mi corazón. La risa y la alegría en mi corazón dan un espacio fuerte.

Las personas a mi alrededor disfrutan con mi sentido del humor. Yo personalmente disfruto mucho con las personas que tienen un excelente buen humor.

Todos los días me predispongo a la risa de la manera más fácil y franca. Sí, para mí reírme es cada vez más fácil. Me da satisfacción. Sé que masajea los músculos de mi abdomen, mi rostro y de todo mi cuerpo.

Definitivamente, he tomado la mejor decisión. La más correcta. La decisión de reír. Una y otra vez, cada vez que tenga la oportunidad. Esta es mi opción y soy un ser humano que tiene un excelente buen humor.

3. INSPIRACIÓN

Hoy seguimos con nuestra secuencia de afirmaciones positivas, que conlleven nuestros pasos hacia la creatividad espiritual. Hoy corresponde «inspiración», tras la generosidad y el excelente humor. La palabra «inspiración», viene de «in» (dentro) + «spiritu» (espíritu, acción, fuerza, aquello que te mueve).

Así, cuando estamos «inspirados», es porque de alguna forma estamos en el espíritu. ¡Qué cosa más hermosa!

Una de las cosas más hermosas que los seres humanos hacemos entre nosotros, cuando hacemos bien nuestra tarea de acompañar, es inspirar. Así, inspiramos confianza, por ejemplo.

Cuando generamos inspiración, ayudamos a que las personas encuentren fuerza. Y, mediante el aprendizaje que ello ocasiona, aprendo yo mismo. Por ejemplo, este, nuestro grupo «Mensajes» en Facebook.

De hecho, a medida que transitamos nuestra existencia, vamos encontrando personas, acciones e historias que nos inspiran. Esto es «Neurocoaching», otro grupo al que pertenecemos en Facebook.

Personalmente, hoy tomo la decisión de ver películas que me den alegría, que me transmitan un mensaje positivo que me ayude en mi vida y a la vida de los demás, mediante la transmisión de mis pensamientos y del pensamiento de los demás, que me de fuerza, que de alguna manera aporte al proceso nuestras vidas de ser una persona más de todo lo positivo que hay en la vida, en el sendero, de ser una persona más feliz cada vez que descubro nueva felicidad, de todo aquello que me permite ser una persona mucho más efectiva, más vibrante y cada vez más lleno de vida propia, de vitalidad. No somos nadie sin los demás: somos la suma de un todo y parte esencial de esa suma. Y así cada uno de todos nosotros de este amplio universo vital de la existencia universal. (Me he inspirado…).

Pues bien, dar y recibir inspiración es un elemento esencial en nuestra trayectoria hacia nuestra espiritualidad. Es una decisión que uno toma. Y yo te invito que a partir de hoy tomemos esa decisión con firmeza. Vamos a ser inspiradores. Elegimos ser personas que sembramos inspiración, servimos de inspiración para otras personas. Así que vamos a fortalecer nuestra actitud de inspiración.

3.- Soy inspirador

Soy un ser humano inspirador. Encuentro inspiración en un sin número de situaciones. Me ayudo con las historias positivas de los demás. Miro qué me puede servir de lo que está sucediendo a mi alrededor, en mi interior, para encontrar allí esa sensación de fuerza interna que sobrepasa todos los obstáculos, por muy imposibles de superar que éstos parezcan. Esta fuerza crece en mi corazón para lograr lo que necesito lograr cada día de mi existencia.

Hoy tomo la decisión de servir de inspiración para otras personas. Inspirar (en el espíritu). Hoy elijo vivir en el espíritu. Y acompañar a muchas personas alrededor a que vivan en el espíritu. Soy un ser humano inspirador.

4. DAR Y RECIBIR AMOR

Continuando con nuestro periplo hacia la espiritualidad, hoy nos damos cuenta que ésta reside en cada uno de los pasos dados: generosidad, excelente humor, inspiración. Hoy corresponde a «ser amado». Realmente, no podemos obviar que él es fruto de la creación del amor en el Universo. El ser es el que nos permite pensar, actuar, existir como personas. El valor de una caricia nos permite levantarnos cada día, aunque esta caricia comience hoy. Hoy decido ser un ser muy amado. Hoy comienzo a valorarme, a amarme a mí mismo. Soy un milagro de Dios.

4.- Soy un ser muy amado

Soy un ser humano amado. Amo y soy amado. Todos los días siento más afecto y más cariño de las personas a mi alrededor. Doy y recibo afecto, cariño y expresiones de amor.

Soy un ser humano muy amado. Todos los días estoy aprendiendo a amarme más a mí mismo. Estoy aprendiendo que Dios me ama profundamente. Hoy sé que Dios me ama. En este Universo soy una creación, tengo un propósito. Aunque nadie me ame, soy un milagro de Dios. Todos los días doy y recibo más amor.

5. REFLEXIONAR LO ÍNTIMO, LO ESENCIAL

El respeto es el valor «intrínseco» (proviene del Latín, «intrinsĕcus», interiormente, íntimo, esencial) de sí mismo, el solo valor de existir.

El solo hecho de ser humano, ya tiene «per se» (por sí mismo) un valor inconmensurable. Cada ser humano es infinito en sí mismo considerado. Tiene todo el derecho a existir, merece toda mi valoración positiva y mi respeto.

Entonces, es cuando nos cercioramos que existimos en ese ser que yo respeto. Piensa que el ser humano e incluso todas las cosas, merecen un respeto por su simple existencia, por el mero hecho de estar ahí y ser quienes son o hacen.

Además, piensa que es necesario considerar los intereses y la creatividad del ser humano, a la hora de valorarlo como tal. Ya que, en sí mismo considerado, el ser humano es necesario para los demás. Es su condición de ser como humano.

También hay que tener en cuenta, que el ser humano conlleva en sí mismo todo aquel bagaje espiritual que se ha ido construyendo a través de los siglos a lo largo y ancho del amplio Universo. Así, decimos que el ser humano tiene en sí mismo la clave para sobrevivir, como ha sobrevivido generación tras generación. ¡Pasarán vidas y hasta generaciones enteras, pero la vida jamás!

Otro parámetro a considerar del ser humano consiste, básicamente en que, cuando estamos en un compartir (como nuestro grupo «compartir» en Facebook), tenemos consideración por todas las cosas que acontecen a nuestro alrededor sin nutrirnos de ellas. Nos acompañamos entonces de los valores humanos.

En este sentido, la actitud del ser humano conlleva en sí mismo, también, el ejercicio del respeto por las olas del mar, por la naturaleza, por el viento, el aire que respiramos…, por todas y cada una de las cosas que nos rodean. Y nos sentimos agradecidos infinitamente con Dios, porque ha tenido en consideración el brindarnos todas y cada una de estas cosas que no ha hecho el hombre, como una montaña, una nube, un Sol, una Luna, unas estrellas que brillan en el firmamento para alumbrar la soledad de nuestras esperanzas más genuinas, más auténticas, más propias del ser humano, más únicas, más especiales.

Llegamos así a lo que denominamos «consideración», esto es, aquel término que procede del latín «consideratĭo» y que refiere a la acción y efecto de considerar (meditar, reflexionar, estimar, juzgar).

Si esta «consideración» es respetuosa, entonces construimos en amor. Es algo bien poderoso. Y necesitamos dar respeto, que es la mejor forma de recibir respeto. Pero no respetar para que me respeten ni amar para que me amen; sino respetar porque respeto y amar porque amo.

El respeto no se impone, el respeto no se exige, el respeto se da con naturalidad como la flor que se abre a la luz. Quien se respeta a sí mismo, respeta a los demás.

Finalmente, cuando un ser humano es respetuoso, ese ser humano recibe respeto. Así que vamos a fortalecer nuestra actitud de respeto a través de esta afirmación:

5.- Soy respetado

Soy un ser humano respetuoso. Tengo claro que cada persona y cada cosa tiene su propio valor. Y como tal, ha de ser respetado. Tengo claro que cada ser humano tiene sus propios intereses, sus propios valores. Y yo tengo consideración, además, por el bienestar de las personas.

Ese miramiento, esa solicitud de mi parte, esa disposición a respetar el bienestar, los valores, los intereses de las personas, es lo que me hace respetuoso.

Soy un ser humano que conquista continuamente el respeto de los demás. Todos los días soy un ser humano más respetuoso. Doy y recibo respeto.

A partir de hoy, respeto el Universo. Respeto las cosas que existen en el Universo. Respeto mi cuerpo. Respeto las opiniones de los demás. Respeto a los seres humanos. Respeto todo a mi alrededor. Soy un ser humano respetuoso.

6. MEDITACIÓN TRANSCENDENTAL

En nuestro periplo, hoy corresponde hablar de «espiritualidad». ¿Qué nos ha traído hasta aquí? ¿Qué pasos hemos dado para llegar hasta aquí? Resumamos escuetamente, esquemáticamente, todos los pasos dados que nos han conducido hasta la espiritualidad: 1) Soy generoso. 2) Tengo un excelente humor. 3) Soy inspirador. 4) Soy un ser muy amado. Y, 5) Soy respetado. Estos cinco pasos conllevan al 6) Soy un ser espiritual.

Hablemos de espiritualidad. La palabra «espiritualidad» levanta toda suerte de especulaciones. Así, el término espiritualidad (del latín spiritus, espíritu), depende de la doctrina, escuela filosófica o ideología que la trate, así como del contexto en que se utilice.

En este momento, pues, para hacer un filtro del término, no voy a tornarme religioso ni voy a basarme en Kierkegard, Paul Sartre ni en la doctrina, ni siquiera en las Iglesias. Te voy a decir, me refiero específicamente en «espiritualidad» a esa calidad que tú puedes elegir fortalecer dentro de ti, que te leva a dar y recibir amor, a tener mucha más paz interior y a poder ayudar y, en general, servir.

Entonces, hay un aspecto muy hermoso en esta meditación que es la parte transcendental, que esa necesidad del ser humano de sentir que forma parte de un Universo, que es manejado o conducido por un poder mucho más grande que nosotros mismos. Y me refiero específicamente a Dios o al nombre que le quieras dar, al cual puedes considerar dentro o fuera de ti mismo.

Pero lo vamos a trabajar, a partir de este momento, desde el punto de vista de ser seres humanos espirituales. Desde el punto de vista, repito, del amor, de la paz, del respeto a los demás y desde la perspectiva, también, de estar unidos desde nuestro corazón con esa fuerza maravillosa, con ese ser poderoso, bello, inteligente, que tiene para nosotros lo mejor y que llamamos Dios. Así que, vamos a fortalecer esto a través de nuestra afirmación de hoy:

6.- Soy un ser espiritual

Soy un ser humano espiritual. Aunque tengo una fuerte conexión con el planeta Tierra y con todo lo que tengo que hacer, con mis obligaciones, con el dinero, con lo sólido, con la materia, mi corazón está lleno de espiritualidad.

Cada vez me es más fácil dar y recibir amor. Cada vez me es más fácil sentir paz interior. La paz interior es la más importante de las experiencias que hallo cada día. Cada vez me es más fácil dar y recibir alguna forma de servicios. De hecho, primero deseo servir como puedo servir.

Todos y cada uno de los días de mi vida estoy alerta a sentir que estoy con una conexión bellísima con esa fuerza maravillosa, con ese ser grandioso que maneja o conduce el Universo. Y elijo pensar que me ama mucho, si no no estaría donde estoy. Y me ama de forma individual, articular, lo que me hace sentir fuerte, me hace sentir humilde, me hace sentir mucha más paz, mucha más tranquilidad, sosiego, dicha y gozo.

Soy un remanso de espiritualidad. Cada día soy más espiritual. Todos los días soy un ser humano más espiritual. Cada vez tengo más armonía. Cada vez tengo más tranquilidad.

Mi espiritualidad se fortalece día a día. Tengo un sentido de propósito. Siento que mi vida vale la pena. Doy y recibo amor. Siento paz. Mucha paz. Mucha más paz.

7. NIRVANA ESPIRITUAL

Ahora que hemos alcanzado el más grado alto de espiritualidad, transitando una senda netamente espiritual en cada paso en sí mismo considerado, tales como 1) Soy generoso. 2) Tengo un excelente humor. 3) Soy inspirador. 4) Soy un ser muy amado. Y, 5) Soy respetado. Estos cinco pasos conllevan al 6) Soy un ser espiritual.

Ahora podemos estancarnos en este éxtasis vital de la espiritualidad. O bien, dar un paso, el último, como guinda del pastel: 7) La Fuente, o conexión con la divina esencia de las cosas que existen en el amplio Universo, del cual provenimos, tenemos nuestro ser y somos uno con él.

Aquí, en este paso, requerimos de profunda humildad para reconocer nuestra pequeñez ante tan infinita grandeza espiritual. Basándome en el respeto, puedes dejar de leerme porque sé que igual no sincronizas con todo este hálito de vida que dejo para ti en este momento. Pero sé, desde lo más profundo de mi corazón y mi alma toda, que en este paso se consolida todo lo aprendido hasta aquí.

¿Por qué decimos esto? Por la sencilla razón, que hay seres humanos que piensan lo que otros viven, mientras hay otros que existen de por sí mismos, en su propia esencia y creatividad. Cuando eres un ser humano auténticamente espiritual, te das cuenta de un hecho insoslayable: los espirituales vivimos espiritualmente.

Por lo demás, solo un apunte lo más sencillo posible, que espero que llegue a tu alma y toque las fibras más ínfimas de tu corazón, las fibras más ínfimas de Purkinje. Se trata, simple y llanamente de lo siguiente. Eres paz, eres amor, eres luz, eres espiritual, tengas o no conciencia de ello. Por ende, si en el despertar de tu conciencia has encontrado en estos seis pasos una luz en tu camino, me doy por satisfecho por que sé que, a partir de ahora y hacia la eternidad, tendrás una luz que seguir: tu propia luz que ilumina tu propio sendero, el sendero creado para ti y por ti.

¿El Universo funciona en automático o se crea cada micro millonésima de segundo? Estás en la posición de saberlo. ¿Viene del caos y al caos volverá algún día? En mi opinión, el caos lo provocamos nosotros con nuestra actitud de pensar y creer que nosotros hacemos las cosas, que nosotros pensamos las cosas y que las cosas son hechas por nosotros y para nosotros. Hemos de dejar que Dios haga sus cosas. En el plan divino de salvación se incluye a la Humanidad. Y entonces es cuando podemos pensar, hacer y actuar, porque es Dios quien piensa por nosotros, hace las cosas por nosotros y actúa por nosotros. Nosotros solo descubrimos lo creado. Si no fuese así como digo, ¿cómo se comprende que haya Sol y que haya Luna, si no lo hemos creado nosotros? ¿Quién creó el ínfimo arenal del Universo? Y ni aún así, la arena comprendida en la palma de nuestra mano puedes contar; es infinita. Con qué más poder, entonces, podemos hablar de la infinitud del Universo. ¿Crees de verdad que tú y yo, nosotros, hemos creado todo cuanto acontece a lo largo y ancho del Universo entero y todo aquello que le contiene? Por eso, sencillamente, Dios es la fuente y fin de todas las cosas. Eso yo lo respeto. Elijo pensar que existe un Creador. Y espero de mí mismo vivir en armonía con el Creador.

Dios es infinitamente bueno, sabio, justo y todopoderoso. Ni un cabello de tu cabeza se mueve sin su voluntad. Creer es dar un paso adelante y decisivo en nuestras vidas. Ciertamente, puedes quedarte con la espiritualidad alcanzada para ti hasta aquí. Es suficiente y bastante loable. Es grandioso, positivo. ¡Es enorme! Más justamente, es en la humildad es donde reside la grandeza. Por ello, es importante que ahora compartas con Dios la espiritualidad alcanzada. De hecho, te dejo en la absoluta libertad de alcanzar tu propio nirvana, tu propio clímax espiritual. Ahora eres amor. Solo te falta dar ese amor que ahora tienes. Nada soy si no doy amor. Sólo te queda compartir. Venimos y vamos hacia la fuente. Provenimos y vamos hacia Dios, hacia el remanso más oxigenado. Dios es el río y nosotros solo las gotas de agua en dicho río. Cuando regresemos a Dios, tendremos plenitud en nuestra existencia. Si tu propósito, pues, es compartir tu amor con Dios, bienvenido seas, ésta es tu senda, aquella senda que no está trillada por los caminos y devanares del mundo, sino que es una senda creada única y exclusivamente por y para ti. Sigue la senda no trillada de los tiempos. Hay un tiempo para cada cosa y una cosa para cada tiempo. Ahora es tu momento, ahora es mi momento, ahora es nuestro momento de entender y comprender por qué estamos aquí, cuál es la esencia de nuestras cosas y, por encima de todo, el momento de amar. No olvides descalzar tus pies cuando estés en la presencia de Dios. Si todo esto te lo puedes grabar y ponerlo a la hora en que concilias tu sueño, tendrás despertares más placenteros, más bellos, más armónicos con tu existencia netamente espiritual.

Esto he deseado compartir contigo. Si tú lo deseas y me lo permites, entremos ahora por la puerta del amor que nos conduce a la plenitud con Dios, en esta siguiente y culminante afirmación:

7.- La Fuente

Creo fuertemente, poderosamente, en la existencia de Dios, en la fuente de la cual todo proviene. De esta fuente sale todo cuanto necesitamos espiritualmente, pues sólo en espíritu podemos conocer a Dios. Los espirituales, andad espiritualmente en la vida. Mi vida ahora es netamente espiritual, me nutro de la fuente.

Todos formamos parte de esa fuente. Me siento vivo, amado, con paz absoluta cuando me sumerjo en la fuente. Crezco en su interior, hacia dentro, buceo dentro de la fuente. Descubro todo lo que hasta ahora ha sido vedado para mi, porque no veía más que su superficie. Me proyecto hacia el fondo de la fuente.

Elijo creer que esta fuente nos ama. Y nos ama profundamente. Con inconmensurable amor. Y nos ama a cada uno y a todos nosotros, así como la Tierra no puede vivir sin el Sol. Una experiencia individual y, al propio tiempo, universal. Elijo creer que la fuente me inunda completamente. Me ama como gota de agua que soy. De forma particular. Excepcional. No he sentido ni experimentado nada igual. Todo es novísimo. Siento el poder del Creador sobre mí, de forma especial y única.

Elijo estar en contacto con Dios,con la fuente de todo el Universo y sentir que me acompaña por toda la eternidad de un conglomerado infinito de estrellas. Me acompaña por todo el Universo, por toda la creación. Micro fracción de segundo a micro fracción de segundo, me acompaña. Siempre está conmigo y no me deja. Me siento amado.

Y este instante, me comunico con la fuente. Y entiendo cosas que jamás pensé que pudiese siquiera experimentar. No sabía lo bello que era todo esto, hasta que he llegado a experimentarlo en mi propio espíritu porque la fuente la hace posible. Me embarga una inmensa sensación de agradecimiento el poder compartir todas y cada una de mis sensaciones contigo. Y me siento vivo al saber que tú estás vivo conmigo. Eres la fuente de mi inspiración, de mi paz. Tú me das todo y he de compartir con los demás.

Un saludo.

RICARDO


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