Está claro que cuando sabes qué quieres en la vida, puedes trazar: 1) Plan de Acción; 2) Fijar los Pasos; y 3) Establecer Objetivos. Los veremos cada uno de ellos, poco a poco, tal como la vida te enseña de forma casi inadvertida, mientras te dice que tus sueños no son tus sueños. Que todo aquello que pensaste en tu niñez, con la ilusión de verlo convertido en realidad, no es. Aferrarte a tus sueños en este punto del proceso no soluciona nada.
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Las cosas comienzan a encajar con perfección absoluta cuando estamos concentrados en lo que queremos
Paulo Coelho
Muchas personas viven su vida sin saber qué es lo que realmente quieren. Saber qué es lo que quieres en la vida, abre el camino para responder a preguntas poderosas, tales como: 1) ¿Cómo puedes marcar la diferencia? 2) ¿Cuáles son tus valores? 3) ¿Cuáles son tus principales fortalezas? 4) ¿En qué debes mejorar? 5) ¿Qué te hace especial? 6) ¿Quién eres?
¿Sabes realmente contestar a estas preguntas?
Normalmente, damos la vuelta a la tortilla antes de tiempo para averiguar si está bien cocida. Quieres decirse, que contestamos a las seis preguntas anteriores sin saber qué es lo que realmente quieres en la vida.Al contestarlas todas te sientes triunfante, pero al contestar a lo que realmente quieres en la vida resulta frustrante. ¿No sería mejor descongelar antes la tortilla en el microondas? De otra forma, corres el riesgo que por dentro la tortilla siga congelada. Lo mismo pasa con nuestra vida. En todos sus aspectos, ya sean personales, profesionales o bien empresariales. Quizá también, por qué no decirlo, en todos ellos, en todos y cada uno de ellos.
Así que el proceso es a la inversa: primero responde a la pregunta: ¿Qué quieres? Para luego abordar las restantes preguntas (6), una a una, en el orden establecido en el primer párrafo. En este post desarrollaré todas y cada una de las preguntas, comenzando, claro está, por la pregunta clave: ¿Qué quieres? Parafraseando a Einstein: Averigua primero qué (95%), para luego despejar las demás incógnitas.
1. ¿Qué quieres en la vida?
Hay 5 pasos para determinar rotundamente qué quieres en la vida. Definir qué quieres en la vida te permite trazar un plan de acción, fijar los pasos y establecer los objetivos en forma de micrometas alcanzables que permitan el nivel emocional de motivación suficiente para lograr nuevas habilidades. Veamos primero los pasos (5) para luego establecer el plan de acción, los pasos y objetivos.
En Coaching Empresarial hay técnicas y herramientas que se desarrollan en 5 etapas, durante 15 sesiones. Estas técnicas y herramientas te las revelo aquí y ahora, para que tengas el conocimiento necesario para aplicar autocoaching en cualquier faceta de tu vida. En función de matas planteadas. Es decir, en función de trazarte, primero, un plan de acción, fijar los plazos y establecer objetivos en tu vida.
La comunicación en los procesos de coaching, en su vertiente empresarial que, en suma, puede ser igualmente útil para coaching grupal o personal e incluso profesional, dado el caso, ya que cabe cambiar el objetivo o meta, es todo el proceso completo que te transmito hoy, aquí. Este proceso que te doy, como dádiva gratuita, se ha de adaptar a la situación personal que vives, ya sea a nivel profesional o empresarial, o bien, cabe la redundancia, a nivel personal.
Vamos a reorganizar las ideas de forma estructural, para establecer un ritmo. 1) ¿Qué quieres en la vida? 1.1. Técnicas y herramientas (5 etapas). 1.2. Plan de acción, los pasos y objetivos. 2) 6 preguntas ineludibles de contestar. 3) ¿Cuál es tu comunicación interna en tus procesos de autocoaching?
Aunque suene sencillo, no lo es. Así que presta atención, porque puede cambiar tu vida.
1) ¿Qué quieres en la vida? 1.1. Técnicas y herramientas (5 etapas). 1.2. Plan de acción, los pasos y objetivos
Todo cuanto he querido en la vida, lo he conseguido. Ahora no tengo prisas por terminar una carrera ni por establecerme profesionalmente. Estoy en la plenitud de mis días sin necesidad de recibir órdenes ni someterme a criterio alguno. Ya he pasado por todas las etapas vitales de la existencia y puedo disfrutar de mi tiempo libre. Este cv no recoge todos mis conocimientos.
Para saber qué quieres en la vida es primordial, con carácter previo, conocer las técnicas y herramientas del autocoaching a fin de establecer un plan de acción con sus pasos y objetivos. Lo que vemos a partir de ahora es mi autocoaching. Aquel coaching que yo me hago a mí mismo a diario. Funciona a nivel personal, profesional y empresarial. Porque va dirigido a la persona. Esto significa que la persona es el epicentro del conocimiento, la motivación y las habilidades adquiridos en función del proceso que lleva a cabo la Inteligencia Emocional. En la medida en que el presente tema se pueda expandir más allá de su propio contenido, ruego al lector poner con carácter previo: Inteligencia Emocional, en el buscador de la presente página que denomino: Coaching Instantáneo Autoayuda, bajo el lema Eficiencia en la Eficacia. ¿Por qué este lema? Porque todos los sistemas son eficaces, pero no todos son eficientes. Si, además, aplicamos la eficiencia en la eficacia, resulta potenciada la eficacia a tal medida que das un giro radical en tu vida (no de 360º, pues llegaríamos al mismo punto de partida; un 180º viene bien), donde cuenta un antes y un después. Si te quedas hasta el final, lo averiguarás por ti mismo. No vale saltarse los pasos, pues puede resultar contraproducente. Hecha esta advertencia final, conviene ahora decirte que lo que te transmito son más de treinta años de investigación en casos probados con el 100% de resultados exitosos en el campo de la Abogacía. Por protección de datos, no se revelan identidades; sino, más bien, nos ceñimos a los resultados y cuál fue el detonante para lograr el 100% de resultados positivos para mis clientes. Lo que te transmito, lo puede ejecutar cualquier profesional y o campo de trabajo. Aplicar en su área es productivo en lo empresarial en la medida de su tratamiento como coaching empresarial. Pero también, cabe a nivel personal y profesional. Te recomiendo, finalmente, que pongas en práctica cada uno de los conocimientos que he adquirido durante más de treinta años y ahora expongo aquí, a fin de obtener resultados exitosos a nivel personal, profesional y empresarial. Pues, como decimos, el epicentro de las áreas profesionales y empresariales, así como del área personal, es el individuo. La persona, en sí misma considerada.
2) 6 preguntas ineludibles de contestar
1) ¿Cómo puedes marcar la diferencia?
2) ¿Cuáles son tus valores?
3) ¿Cuáles son tus principales fortalezas?
4) ¿En qué debes mejorar?
5) ¿Qué te hace especial?
6) ¿Quién eres?
3) ¿Cuál es tu comunicación interna en tus procesos de autocoaching?
Cómo te comunicas es esencial. ¿Cuál es tu diálogo interno? ¿De qué forma te comunicas contigo mismo? ¿Eres compasivo contigo mismo? ¿Te tratas con dureza? ¿No te comprendes? ¿Te amas? La comprensión es base del amor y el amor es base de todo acto. Sin amor nada es. En la misma medida, voy a transmitirte mi secreto que ha hecho de mí un profesional y empresario exitoso en el 100% de los casos. Sé que tú lo puedes lograr, si aplicas las técnicas y herramientas que ahora te transmito, porque me has seguido hasta aquí, en mi blog. Por demás está decirte, que este aprendizaje de vida lo puedes adaptar a tu ritmo, forma y conveniencia. Como siempre has hecho mediante cada uno de mis post. ¿Por qué esta entrada? Porque es la forma que tengo de agradecer las casi 400.000 (381.394 hits) veces que has hecho clic en alguna de las entradas de mi blog. Algo especial para alguien especial: tú. Puedes tener poder, amor y dominio propio; pero, en cualquier caso, vive tu vida sin miedo y recuerda que el miedo es la puerta al éxito. Sigue adelante en tu vida con tus propios paso, pero los tuyos; no los pasos trillados de otros. Tus leguas determinarán la certeza. No sigas los pasos de otros porque ya están dados. Pertenecen a otros, no son tuyos. Crea tus propios pasos. Acostúmbrate a gatear primero, levantarte y andar. Que nada ni nadie detenga tu camino, ni siquiera tú.
1) ¿Qué quieres en la vida?
1.1) Técnicas y herramientas (5 etapas)
1.2) Plan de acción, los pasos y objetivos
Con carácter previo, una vez más, vemos las técnicas y herramientas a fin de establecer el plan de acción, los pasos y objetivos. Así que trataremos todo esto como un bloque.
Lo que vas a ver en este bloque I es la forma de establecer autocoaching para tu vida diaria. Sería conveniente que comenzaras una noche, al tiempo de acostarte. Es como me ha funcionado. Esta parte del proceso es primordial porque permite, como decimos, desarrollar las 6 preguntas ineludibles de contestar, que veremos también, como bloque II. Para finalmente llevar a cabo un conocimiento o, mejor dicho, un autoconocimiento mas profundo de ti mismo en el bloque III. Una vez adquirido este autoconocimiento, tendrás las herramientas necesarias para motivarte en la vida de tal modo que profundices en tus habilidades. En la medida que incrementes tus habilidades pasando por las etapas de autoconocimiento => motivación => habilidad, irás adquiriendo más conocimiento que te lleva, a su vez, a la motivación de ti mismo o automotivación como resultado de tu autoconocimiento. Con esta motivación en mano, te impulsas a la adquisición de una nueva habilidad. A medida que pasas por el mismo proceso de autoconocimiento => automotivación => habilidad, te irás dando cuenta que con cada giro del proceso que te describo, esto es, autoconocimiento => automotivación => habilidad, y precisamente con la adquisición de la nueva habilidad, notarás que se incrementa la velocidad de adquisición de la nueva habilidad. Quiere decirse, que la nueva habilidad te lleva a adquirir nuevo conocimiento. Como comprenderás, quien mueve los hilos eres tú, tu pensamiento. De ahí que se diga que eres el capitán de tu barco, el director de tu película, el guionista de tu vida. Es el pensamiento el que fija las normas del proceso en cada etapa del mismo. Del mismo modo, como el poder del pensamiento es instantáneamente creativo, creas nuevo conocimiento propio, nueva motivación propia y nueva habilidad propia. Más el pensamiento se mueve a la velocidad de la luz, por así decirlo. Es instantáneo. Donde un pensamiento sirve de soporte al siguiente, que es base de otro. El primer pensamiento se enfoca en el conocimiento (C). Un segundo proceso lleva al libre pensamiento a enfocarse en la motivación (M). No es sencillo porque el pensamiento divaga, si no tomas las riendas de la focalización. Es en el tercer proceso donde el pensamiento se enfoca en la habilidad (H). ¿Por qué de este modo y no de otro? Mi mentor estableció la base probada en los Marines de Estadios Unidos, de este modo: el conocimiento produce un impacto en nuestro cerebro. Cada impacto y lugar donde se produce te hace de una forma u otra. Quiere decirse, que no somos diferentes; sino que, en función de donde sea el impacto en nuestro cerebro, somos de una forma u otra. Es decir, no es lo mismo que el conocimiento al impactar lo haga en la zona frontal de toma de decisiones, que lo haga en la parte parietal derecha del cerebro que corresponde al liderazgo.
A partir de aquí, desarrollo mi hipótesis basada en los trabajos de mi mentor. Si bien está probado en los Marines de Estados Unidos por parte de mi mentor, que cada impacto produce un nuevo conocimiento y que el primer conocimiento que tuvimos es nacer, los siguientes impactos cerebrales se producen por el conocimiento de tomar alimento del pecho de nuestras madres por primera vez con la experiencia de protección al sistema inmune, entre otros aspectos considerados, un nuevo conocimiento se produce la primera vez que damos un beso o que nos dan un beso, la primera vez que vemos un amanecer, un atardecer o bien vemos el mar o la montaña, la primera vez que vamos al cole, cuando nos graduamos, cuando vamos a la universidad, la primera atención al cliente en el despacho, el primer éxito… Todo ello, en suma, como primera vez, produce un impacto en nuestro cerebro. Este impacto produce un estímulo o motivación. En esta motivación nos damos cuenta que adquirimos una habilidad por primera vez. Más si hay algo que el ser responde con satisfacción, es todo aquello que produce endorfina u hormona de la felicidad. De ahí que nos muramos en un clic, porque la vida es tan breve que sólo da momento para un clic. Quiere decirse, que la felicidad no es perenne, sino que se consigue con cada paso de nuestro acontecimiento vital. Dicho de otro modo, la cumbre del Everest es solitaria, el éxito es solitario, aunque se comparta. Es más, esta cumbre del Everest en forma de montaña (mount, motivation) es el lugar idóneo para no permanecer en ella más que cierto número determinado de tiempo. El justo para disfrutar una imagen que queda clavada en la pupila de nuestros sentimientos, en el antro de nuestras emociones. En cuyo caso, bajamos de la cumbre y vamos donde los Sherpas tienen su habitáculo (h, de habilidad). Sin habilidad no se sobrevive. Quienes tienen la habilidad son los Sherpas, son los guías. Hasta aquí lo que interpreto de mi mentor en mis propios términos: Conocimiento (C); Motivación (M); y Habilidad (H). Ahora bien, ¿qué mueve los pasos C=>M=>H? El pensamiento (P), que se coloca en el epicentro del triángulo formado por C (vértice inferior izquierdo), M (vértice superior) y H (vértice inferior derecho) que se conecta, a su vez, con C para cerrar el triángulo.
Con estos parámetros indicados en el anterior párrafo, conviene ahora dilucidar con preguntas si mi hipótesis es correcta o no para que nazca la incontrovertible teoría, que se consigue vía tesis=>antitesis=>síntesis. Estas preguntas ayudaran al coachee a establecer con mayor claridad la meta que quiere conseguir. Una vez que el coachee defina la meta debemos de asegurarnos de que este bien formulada. En cuyo caso, cabe poner a prueba mi hipótesis, así (las preguntas las respondes tú):
1. EL ESTABLECIMIENTO DE META Y EL DESARROLLO DE UN PLAN DE ACCIÓN.
1.1 ESTABLECIMIENTO DE LAS METAS
1.2 EXAMINAR LA SITUACIÓN ACTUAL
1.3 ANÁLISIS DE LAS ALTERNATIVAS DISPONIBLES
1.4 CONSTRUCCIÓN DE UN PLAN DE ACCIÓN
1.5 EVALUACIÓN Y FEEDBACK DE SEGUIMIENTO
1.1 ESTABLECIMIENTO DE LAS METAS
Podemos utilizar en este momento preguntas como: ¿Cuál es el asunto sobre el cual usted querría trabajar? ¿Qué desearía usted obtener de esta sesión de coaching? ¿Qué sería lo más útil que usted podría conseguir de esta sesión? Tengo “x” tiempo asignado a esto, ¿qué le gustaría haber logrado en ese tiempo? ¿Qué objetivos le gustaría lograr? ¿Cuándo quiere lograrlos?
Así, una técnica que recomienda Robert Dilts (2003), cuando al coachee le es dificultoso definir sus propios objetivos, consiste en ayudar a explorar sus deseos con preguntas como: 1. ¿Hay algún estado problemático que quiere cambiar? 2. ¿Qué quiere dejar de hacer o que quiere evitar que no ocurra? 3. ¿Qué sería lo opuesto al problema? 4. ¿Qué características te gustaría manifestar en el estado deseado? 5. ¿Quién puede alcanzar o ha alcanzado ya un estado parecido al que tu quieres alcanzar? 6. ¿Qué cualidades asociadas con tu estado deseado posees ya y quisieras tener en mayor medida?
1.2 EXAMINAR LA SITUACIÓN ACTUAL
Siguiendo con el tema, debemos plantearnos: ¿Cuál es la manera que tiene el coach de examinar la situación actual? Pues por medio del diálogo y de la observación.
Puede suceder que el entrenado se aparte demasiado del tema o que seamos nosotros, como coaches, los que no entendamos la relación de lo que nos están contando con el tema. Cuando pase esto podemos plantear la pregunta: “¿De qué manera se relaciona esto con el problema?
En cuanto a la forma respecto al aspecto lingüístico, las preguntas sobre la situación actual deben comenzar si es posible con los términos “qué”, “cuándo”, “dónde”, “quién” y “cuánto” porque las respuestas a estas preguntas son las que se corresponden a hechos y hacen que las respuestas sean más objetivas. Los pronombres interrogativos “cómo” y “por qué” sólo deberían usarse cuando no quedase más remedio ya que son palabras que invitan al análisis y a la opinión. En el diálogo sobre la situación actual el coach tiene que estar especialmente alerta, escuchar y observar para descubrir los indicios que le orientarán en la dirección que debe de seguir el interrogatorio. No debemos olvidar en ningún momento que lo que se busca es elevar la consciencia del coachee.
Algunos ejemplos de preguntas que se le pueden formular al coachee son:
-¿Cuál es la situación presente con detalle?
-¿Cuál es realmente el problema aquí, el quid de la cuestión? -¿Cuál es su mayor preocupación al respecto? -¿A quien afectará este problema, además de a usted? -¿Cuánto control personal tiene usted sobre el resultado? En ocasiones, el coach no tiene porque llegar a conocer toda la historia sobre la situación para llegar a la solución del problema, sino estar seguro de que el coachee la comprende perfectamente. Las emociones son un aspecto crucial en los problemas interpersonales, tanto en el trabajo como en otras facetas. Como coaches también debemos atender al aspecto emocional del coachee e intentar que este se haga consciente de sus emociones. Para explorar las emociones se pueden utilizar preguntas como: ¿Qué siente ante este problema? ¿Qué es lo que siente cuando resuelve un problema o una situación difícil? ¿Qué emociones experimentó la última vez que tuvo un problema similar? ¿Qué le ayudó a sentirse mejor? ¿Qué emociones experimentó la última vez que cumplió sus objetivos? En una escala del 1 al 10 ¿podría calificar su nivel de confianza para cumplir sus objetivos o resolver el problema?
También, junto con las emociones, debemos indagar en los pensamientos y actitudes que el coachee tiene sobre el tema que estamos examinando en ese momento. Cada uno de nosotros tiene creencias que ha ido forjando desde niño a las que tenemos menos acceso consciente pero que influyen igualmente en nuestras percepciones de la realidad y en las relaciones con el mundo y con las otras personas. Muchas de esas creencias son irracionales y pueden distorsionar nuestra manera de ver la realidad. Si no reconocemos la existencia de estas creencias y compensamos sus efectos, éstas pueden suponer un obstáculo para nuestro desempeño además de producirnos malestar emocional.
Cuando nosotros, como coaches, encontramos que nuestro pupilo manifiesta algún pensamiento que es irracional o no esté acorde con la realidad y obstaculice el desempeño de sus funciones, podemos realizar preguntas de este tipo: 1. Para el pensamiento dicotómico o polarización: ¿Entre esos dos extremos, podrían existir puntos intermedios? ¿Hasta qué punto o porcentaje eso es así? ¿Con qué criterios o reglas está midiendo esto? 2. Para la sobregeneralización: ¿Cuantas veces a sucedido eso realmente? ¿Qué pruebas tiene para sacar esas conclusiones? ¿Donde está la prueba de que las cosas sean siempre así? 3. Para la inferencia arbitraria: ¿Qué pruebas tiene para pensar eso? ¿Podríamos comprobar si eso es cierto? ¿Qué posibilidades hay de que ocurra eso?” 4. Maximización o minimización: ¿Por qué es tan importante eso que piensa para usted? ¿Puede haber explicaciones distintas para ese suceso, otras formas de verlo?
Cuando ya se han realizado todas las preguntas pertinentes sobre la situación actual hay dos preguntas que podemos plantearle al coachee, que son muy útiles y que nos pueden servir para acabar con esta etapa de examen de la realidad: ¿Qué acciones ha realizado en este sentido hasta ahora? ¿Cuáles fueron los efectos de esas acciones? Estas preguntas sirven para que el coachee se de cuenta del valor de la acción y recapacite sobre la diferencia entre actuar y pensar en los problemas. A menudo las personas reflexionan mucho sobre los problemas y se olvidan de actuar al respecto.
1.3 ANÁLISIS DE LAS ALTERNATIVAS DISPONIBLES
Una de las cosas que nos impiden llegar a soluciones creativas, tanto con respecto a problemas empresariales como a otro tipo, es que cuando se nos ocurre una alternativa la desechamos de antemano basándonos en suposiciones, de las cuales muchas veces no estamos seguros de que se correspondan con la realidad. Algunos ejemplos de esto serían: No disponemos de empleados suficientes. Nos costará demasiado dinero. Ellos jamás estarán de acuerdo con eso. Ante estas afirmaciones el coach debe invitar a sus discípulos a preguntarse ¿Y si…?. Por ejemplo: ¿Y si tuviera más empleados? ¿Qué haría? ¿Y si tuviera un presupuesto suficiente? ¿Qué haría? ¿Y si ese obstáculo no existiera? ¿Qué haría? Mediante la formulación de estas preguntas estamos dejando a un lado la censura de la mente racional y liberamos el pensamiento creativo. Quizás descubramos que algún obstáculo es menos insuperable de lo que parecía.
Una vez que se ha realizado una lista amplia de opciones a las que recurrir para solucionar el problema, ahora debemos escoger la que creamos que es la mejor. Para ello, lo adecuado es realizar examinar la lista detenidamente teniendo en cuenta los costes y beneficios de cada opción aportada. Según los resultados de esta evaluación el coachee deberá asignar a cada opción una puntuación sobre una escala del 1 al 10 según más o menos le convenza. ¿Qué debemos hacer si el coachee no llega a un solución por si mismo que el coach si se ha planteado? ¿En que etapa el coach debe ofrecer su experiencia al discípulo? Cuando vemos que el discípulo ha agotado todas sus posibilidades y nosotros como coaches tenemos algunas opciones más, podemos decir simplemente: Tengo otro par de opciones posibles ¿Le gustaría conocerlas? Si la respuesta es un sí ,debemos concederle la misma importancia a las opciones del coach que a las del discípulo.
1.4 CONSTRUCCIÓN DE UN PLAN DE ACCIÓN
Se debe realizar un plan de acción por cada meta final y si las metas de desarrollo correspondientes son demasiado globales, también se deberían realizar planes de acción específicos para cada una de ellas. Algunas preguntas que se pueden hacer en esta etapa son:
1. ¿Qué va a hacer usted?: Esta pregunta le indica al discípulo que ya ha llegado el momento de decidir. Preguntas del tipo de “¿Qué podría hacer usted”? o “¿Qué es lo que piensa hacer?” o incluso “¿Cuál de estas opciones prefiere?” no suponen una decisión firme. Tras realizar la pregunta que proponemos al principio, se puede seguir con otra pregunta del tipo. “¿En función de cual de estas alternativas va a actuar? Normalmente, en la mayoría de los procesos de coaching, el plan de acción combina varias alternativas o parte de ellas.
2. ¿Cuándo va a hacerlo?: Para llevar a cabo una acción o un proyecto que tengamos entre manos, siempre debemos establecer una meta temporal muy específica. Si el plan de acción requiere una sola actuación, una respuesta adecuada podría ser: “A las once de la mañana el próximo jueves día 17”. A menudo se necesitaran una fecha y hora de inicio, y una fecha de finalización. Si la acción que se va a realizar es una tarea repetitiva, entonces debemos especificar también los intervalos: “Nos reuniremos a las 10 de la mañana el tercer viernes de cada mes”. El coach debe ayudar al entrenado/coachee/cliente a establecer las fechas y los plazos exactos.
3. ¿Esta acción o acciones le lleva realmente a su meta?: Ya tenemos la acción o acciones que vamos a llevar a cabo y también un plazo para cumplirla. Antes de seguir avanzando debemos comprobar si esa acción nos conduce realmente a la consecución de la meta de desempeño que queremos conseguir y también de la meta final. Así, el discípulo podrá descubrir si se está alejando del objetivo. Si esto fuera así, es importante no cambiar de acción antes de que verifiquemos totalmente que realizarla supondrá un acto improductivo.
4. ¿Qué obstáculos podríamos encontrarnos en el camino?: Esta pregunta la hacemos con el fin de adelantar posibles dificultades que puedan impedir completar la acción. El hecho de encontrar posibles dificultades no debe echar para atrás al coachee ya que el hecho de que sean posibles no significa que sean muy probables. Si a medida que se desarrollan las acciones se van encontrando dificultades se intervendrá en ellas mediante el coaching.
5. ¿Quién necesita ser informado?: Es necesario tener en cuenta a todas las personas que vayan a estar implicadas y debemos desarrollar un plan para mantenerlas informadas. En las empresas son frecuentes los cambios de planes y muchas veces las personas que deberían ser informadas de inmediato sólo se enteran más tarde e indirectamente.
6. ¿Qué apoyo necesita?: El apoyo se puede recibir de formas diferentes. Por ejemplo, incorporando personal nuevo, solicitando recursos externos o simplemente informando del plan de acción a un colega y pedirle que le recuerde el propósito. A menudo, el hecho de compartir los planes de acción con otra persona tiene el efecto de que los emprenderá.
7. ¿Cómo y cuando obtendrá ese apoyo?: Si esperamos un apoyo debemos dar los pasos para obtenerlo. Esos pasos se deben hacer explícitos y deben de quedar claros y determinados.
8. ¿Cómo sabremos cuando ha alcanzado los objetivos propuestos?: Debemos establecer junto con el coachee unos indicadores de éxito, los cuales nos permitirán saber si se han alcanzados los objetivos establecidos.
9. ¿Qué otras consideraciones puede hacer?: Esta pregunta se hace con la finalidad de que no quede ninguna idea en el aire. Es necesaria para que el coachee no pueda quejarse de que quedó omitido algo importante.
Después de dar respuesta a todas estas preguntas propondremos al coachee un ejercicio para que él mismo sea consciente del grado de intención que tiene para llevar a cabo su parte de la tarea. Aquí nos referimos sólo a su parte de la tarea, porque el desarrollo completo de la totalidad de la tarea puede depender también del acuerdo o las acciones de otras personas, y no esto no es posible de calificar. Lo que le propondremos al coachee es: Califique en una escala de uno al diez, su grado de certidumbre en cuanto a la intención de llevar a cabo las acciones acordadas. En el caso de apuntar una calificación diferente a diez, podemos preguntar:
¿Qué le impide calificarse con un diez?
Si se ha asignado menos de un ocho, el coach debe formularle esta pregunta al coachee. ¿Cómo puede reducir la extensión de la tarea o darse más tiempo para adjudicarse una calificación más alta? En este punto, se completarían todos los pasos para realizar el plan de acción necesario y obtener así las metas anteriormente propuestas. Lo siguiente sería hacer el plan de acción por escrito claro y preciso, que contenga todas las acciones acordadas y las respuestas del coachee a todas las preguntas formuladas. El coach debe leer el informe que contiene el plan y confirmar que es un informe válido. Debe reconocer cuáles son los puntos que constituyen su plan, que lo comprende todo y que intentará llevarlo a cabo.
También en el plan, el coach debe dejar constancia del apoyo que brindará al coachee a lo largo de todo el proceso de puesta en práctica del plan de acción. Esto le dará confianza y seguridad al discípulo y permitirá al coach realizar un seguimiento. Realizar un plan de acción de manera formal tiene una gran ventaja, que consiste en el hecho de que ambas partes saben exactamente lo que se espera de ellas. Ambas partes conocen sus obligaciones mutuas, lo que fomenta la responsabilidad del coach y, sobretodo, del coachee.
1.5 EVALUACIÓN Y FEEDBACK DE SEGUIMIENTO
El coaching incluye una evaluación y un seguimiento efectivo que controle todo el proceso, desde la primera etapa de establecimiento de objetivos hasta el desarrollo del plan de acción. El principal objetivo de realizar un seguimiento continuado, es aportarle feedback o retroalimentación al pupilo sobre las actuaciones que este realiza. Para ello, hemos de decirle al pupilo/coachee/cliente tanto lo que hace bien (feedback positivo), como lo que hace mal (feedback negativo). El feedback positivo actúa fortaleciendo la probabilidad de que se perpetúe el comportamiento deseado, sobre todo si se practica intermitentemente; y el feedback negativo, puede inducir al individuo a luchar con más fuerza para mejorar y desarrollar su rendimiento. Este último tipo de feedback siempre debería darse en privado. Dado que el coaching es una actividad de doble vía, el coach tiene que estar preparado tanto para dar feedback a su pupilo como para recibirlo. Sin el feedback de la otra persona no puede haber una adecuada comunicación.
Por ello, hay que estimular el feedback del coachee con preguntas tales como: ¿Queda claro lo que he explicado? ¿Cuánto le cuesta realizar esta tarea?, etcétera. Este intercambio de información debe continuar durante todo el período en que el pupilo lleve a cabo su plan de acción. El dar y recibir feedback durante este período ayuda a las personas implicadas en el proceso de coaching a mantener la trayectoria de las mejoras.
El feedback durante el proceso de coaching, es una cuestión que ha de realizarse de forma espontánea cada vez que la situación lo requiera; pero también, pueden realizarse reuniones de seguimiento de manera formal. Para esto, es muy adecuado seguir estos pasos: 1) Fijar la fecha para hacer una sesión de seguimiento. 2) Comprobar el progreso que la persona implicada ha hecho. 3) Continuar observando. 4) Preguntarle directamente a la persona que tal le va y si puede hacer algo para ayudarla. 5) Identificar posibles modificaciones al plan de acción. 6) Preguntar qué ha funcionado bien y qué cree la otra persona qué es lo que se podría mejorar en la fase de entrenamiento. Existen algunas pautas para proporcionar un feedback efectivo. Éstas son aplicables a cualquier tipo de feedback, ya se haga en una sesión planificada de coaching o se practique dentro del ámbito del coaching como estilo gerencial. Con esto terminamos el bloque I y damos paso al II, a continuación.
2) 6 preguntas ineludibles de contestar
2.1) ¿Cómo puedes marcar la diferencia?
2.2) ¿Cuáles son tus valores?
2.3) ¿Cuáles son tus principales fortalezas?
2.4) ¿En qué debes mejorar?
2.5) ¿Qué te hace especial?
2.6) ¿Quién eres?
2.1) ¿Cómo puedes marcar la diferencia?
La evaluación de ti mismo permite responder a estas preguntas: ¿De verdad he puesto todo de mi parte para mejorar? ¿Me he divertido y apasionado con lo que he hecho? ¿He mejorado de verdad las pequeñas cosas importantes? ¿He utilizado mis herramientas de forma inteligente? ¿He cubierto los objetivos para hoy? ¿No? ¿Por qué motivo?
Así que, no tengas miedo a experimentar, sé proactivo, visualiza tu éxito y prémiate con una cucharada de mermelada por el trabajo bien hecho. El cerebro condicionado ejecuta acciones de éxito, gracias a la recompensa de la mermelada. Con objetivos reales, conoce a fondo las herramientas que te proporciona la vida. Ahora bien, apasiónate por lo simple, lo sencillo, lo pequeño.
2.2) ¿Cuáles son tus valores?
Los valores son principios que definen nuestro comportamiento. Son valores propios, personalizados, de tu forma de ser. Estrictamente fundamentales o básicos en cuanto ayudan a elegir cómo actuar ante las diferentes circunstancias que nos plantea la vida. Valores como la vida, la libertad, el amor, la familia, la solidaridad, la colaboración y la salud, son parte de tu ser para ser feliz.
2.3) ¿Cuáles son tus principales fortalezas?
Las fortalezas son virtudes, rasgos positivos y capacidades personales. Son cualidades que describen la personalidad y la gestión de emociones que facilitan la comunicación con otras personas y describen el modo de actuar frente a escenarios específicos. Pero también, nos capacitan para determinados ámbitos. Las hay de carácter (curiosidad y disposición para aprender, determinación, disposición para trabajar en equipo, entusiasmo, liderazgo perseverancia, sentido del humor y versatilidad), según las capacidades (concentración mental, formación y pensamiento analítico), comunicativas (asertividad, capacidad de persuasión y sociabilidad) y psicológicas (autoconfianza, autoestima, empatía, inteligencia emocional, resiliencia).
2.4) ¿En qué debes mejorar?
Puedes mejorar en cuanto tus habilidades. ¿Qué quieres? Céntrate en ti para saber lo que quieres. Puedes crear cosas, usar tu voluntad, decidir hacerlo, esforzarte en pensar en algo. Cada idea cuenta. Crecimiento personal y autoayuda. Para alcanzar la felicidad es fundamental saber qué quieres en la vida. Marcarte unos objetivos es la única forma de luchar cada día por alcanzar nuestro bienestar. ¿Cómo saber qué quieres en la vida? Sé egoísta, ponte en primer lugar en tus prioridades. Te pasas media vida ayudando a otros y te olvidas de ti mismo. Es hora de pensar en ti. Para ti y por ti. Pregúntate: ¿Qué necesito realmente? Concéntrate en lo que quieres de verdad. Determina lo que te hace realmente feliz. Resulta satisfactorio sentirse necesitado, importante, admirado y especial. Mantén la mente siempre en positivo. Recuerda ser agradecido con la vida. La vida es buena porque te brinda tiempo para vivir. Podemos ver, respirar, oír, sentir las cosas y expresarnos. El solo hecho de estar vivos ya es motivo de agradecimiento. Agradece cada nuevo día, al despertar, pues tienes la oportunidad. Rodéate de gente proactiva. Disfruta de las cosas simples, como el oleaje marino, el rumor del río, la brisa de las montañas. Anímate a descubrir tus fortalezas. Vive aquí y ahora, y no en el pasado. Demuestra el amor que sientes por los demás. Lucha por tus sueños con paciencia y perseverancia. Disfruta de las cosas que tienes, mientras vienen las que quieres. Dile a los demás qué quieres en la vida.
2.5) ¿Qué te hace especial?
Lo que te hace único e irrepetible, tal como eres, en esencia son tus experiencias, la forma en que ves la vida, en cómo te relacionas con la sociedad, tu creatividad, tus objetivos, metas o aspiraciones a futuro, tu cultura y creencias, tu forma de comunicarte y tu sentido del humor. Descubre lo que te hace feliz y dale cabida a tu vida diaria. Deja un buen recuerdo en la persona que lo merezca.
2.6) ¿Quién eres?
¿Sabes realmente quién eres? Te daré algunas pistas. Quién eres tiene que ver con tu identidad (conjunto de cosas que son más importantes), con tus rasgos propios, con tu caracterización, con tu sentido de ser y con tus cualidades. Quién eres nada tiene que ver con tu nombre, con lo que hiciste ni con tus sueños. Entonces, para identificar quién eres cabe cuestionarse: ¿Cuál es tu deseo más profundo? ¿Qué pasos actuales estás planeando para el futuro? ¿Qué es para ti necesario para un liderazgo efectivo? ¿Monitoreas tus hábitos? ¿Prefieres mantener tus planes concretos o hacer tus opciones abiertas? ¿Qué papel juegas entre tus amistades? ¿Eres exigente? ¿Tiendes a expresarte diplomáticamente o sin rodeos? ¿Las emociones son para compartir abiertamente?
Llegados a este punto, sólo cabe decirte que eres tú el único que puede dar respuesta a cada una de las preguntas planteadas. A mí me llevó una noche entera. ¿Cuánto tiempo le quieres dedicar? Pasamos, entonces, al bloque III.
3) ¿Cuál es tu comunicación interna en tus procesos de autocoaching?
Cómo te comunicas es esencial.
3.1) ¿Cuál es tu diálogo interno?
3.2) ¿De qué forma te comunicas contigo mismo?
3.3) ¿Eres compasivo contigo mismo?
3.4) ¿Te tratas con dureza?
3.5) ¿No te comprendes?
3.6) ¿Te amas?
3.1) ¿Cuál es tu diálogo interno?
A esas conversaciones que tenemos con nosotros mismos, se les denomina: «diálogo interno». Es lo que nos hace pensar. Refuerza nuestra autoestima y nuestra inteligencia emocional. Es la verdadera transformación de uno mismo. Desde la gratitud y la aceptación.
3.2) ¿De qué forma te comunicas contigo mismo?
La comunicación contigo mismo es el despertar de la vida. Con lo que haces y tienes. Más, fundamentalmente, con lo que eres. Es la solución a tus problemas. Es consultar con la almohada. Educa tus sentimientos antes que se conviertan en emociones. Si ya están en estado emocional, gestiona tus emociones a través del sistema límbico para que lleguen procesadas a la toma de decisiones en el cerebro frontal. Es el alimento interior. El crecer interiormente.
3.3) ¿Eres compasivo contigo mismo?
Implica tratarse a sí mismo con amabilidad, cortesía y respeto. Somos seres humanos. Somos seres antes que humanos. Seres humanos. Es la gentileza que tienes hacia ti Eres tu mejor aliado. Escúchate, compréndete. Ayúdate. Colabora contigo mismo.
3.4) ¿Te tratas con dureza?
Como anciano, no te trates con dureza. El anciano de mil años hace sus cosas. Déjalo ser, déjalo expresarse. Tal cual es. Todos llevamos un anciano dentro: el anciano de los mil años. Recibe sus enseñanzas y aplícalas. Como si fueran propias, con suma pureza. Preocúpate de tus buenas acciones. Vive tu esencia. Conságrate en ti. Haz las cosas que te convienen. Para que los demás tengan amor. Con paciencia.
3.5) ¿No te comprendes?
La comprensión es base del amor y el amor es base de todo acto. Es dar sentido a tu vida, que tenga una visión, un propósito. Sigue tu propósito de vida. Es la virtud de amarse a uno mismo. Con comunicación.
3.6) ¿Te amas?
¿Te amas a ti mismo? ¿Cómo puedes amar si no te amas a ti mismo? El amor a ti mismo implica respeto por tu espíritu, por tu cuerpo. Descubre la autoestima en ti. Pon límites. No te autoexigas demasiado. Respira tus buenos hábitos, llévalos en la sangre para que vayan contigo a todas partes, por doquier. Es lo más saludable posible. Cuídate a ti mismo. Vive en paz contigo mismo. Valórate.
Sé que tu futuro está en ti.
¡Desde el respeto hacia el respeto, un cordialísimo saludo para todos y para todas!
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